Cuadro sinfónico de una protesta

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Por Bárbara Dibene y Álvaro Vildoza

La sala medio vacía fue compensada por la gran presencia de jóvenes, que haciendo uso del descuento del 90 por ciento para menores de 25 años, presenciaron el domingo 2 de junio el tercer concierto del Ciclo Anual de la Orquesta Estable del Teatro Argentino de La Plata. A ambos lados del escenario, dos carteles rezaban: “Planteles y estructuras” y “Pago a contratados”.

El programa, que contó con la dirección de Carlos Vieu, incluyó en la primera parte una danza sacra y otra profana, y el “Preludio a la siesta de un fauno” de Claude Debussy; y “El aprendiz de brujo” de Paul Dukas. En la segunda, se desarrollaron los “Cuadros de una exposición” de Modest Mussongsky, piezas en piano inspiradas en los cuadros del pintor Víctor Hartmann; la orquestación fue realizada por Maurice Ravel.

Hay que destacar la fortaleza que demostraron los músicos y su infinito compromiso con la profesión. En el intervalo, previo a recomenzar la función, uno de los violinistas se paró frente al público para leer un comunicado sobre la situación que se vive en la institución. En principio, relató la falta de presupuesto que implica que los profesionales contratados, no de planta estable, ganen menos de lo que merecen y lo hagan fuera de término; a muchos de ellos se les adeuda sueldos por varios meses. Por otro lado, habló de las modificaciones periódicas de la programación, los problemas edilicios y la falta de mantenimiento del lugar.

Las responsabilidades recaen en el administrador del Teatro, Leandro Iglesias, el Instituto Cultural y las autoridades de la Provincia de Buenos Aires, a quien el violinista, en representación de sus compañeros, pidió una pronta solución. Para cerrar, declaró: “A pesar de no ser debidamente remunerados en tiempo y forma por su labor, el resto de las Orquesta se suma para que todos podemos disfrutar de esta obra, porque como artistas somos a ustedes a quienes nos debemos”.

La segunda parte fue ejecutada extraordinariamente en una sucesión de piezas relativas, como se mencionó, a los cuadros de Victor Hartmann, íntimo amigo del compositor que escribió la obra tras su muerte; cabe mencionar algunas como “Paseo”, “El viejo Castillo”, “Los jardines de Las Tullerías” y “Las catacumbas”, entre otras.

Transeúntes recomienda estar atentos a los próximos conciertos a desarrollarse y aprovechar los descuentos para menores de 25 años y estudiantes, docentes y no docentes de las universidades públicas nacionales. Para el resto de junio están programados otras dos presentaciones; el 16, Concierto para violoncello y orquesta, en Si menor, Op. 104 y la Sinfonía Nº 6 en Re mayor, Op. 60, ambas de Antonín Dvorák; y el 30, el concierto sinfónico coral en el que se interpretará el Requiem de Gabriel Fauré y el Stabat Mater y Te Deum de Giuseppe Verdi.

 

Pasaron por aquí y dejaron su firma...

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