Narco-américa: 55 mil kilómetros tras el rastro de la cocaína

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Uniendo dos de sus pasiones- escribir y viajar- los Dromómanos recorrieron Latinoamérica a bordo de un “pointer” durante dos años, buscando las historias y personajes detrás del narcotráfico.

 

Por Yésica Sagliocca
Imágenes: Cedidas por los entrevistados

Ella mexicana y ellos españoles, Alejandra Inzunza, José Luis Pardo y Pablo Ferri se conocieron en 2009 mientras hacían una pasantía en el diario español EL PAÍS. Ninguno de los tres estaba a gusto con el trabajo que realizaban. Con la necesidad de cambiar de aires fueron José Luis y Alejandra los que tomaron la iniciativa: decidieron viajar a México, y desde ahí iniciar el recorrido por todo el continente. Pablo se unió unos meses después. Les llevó más de un año ahorrar para poder emprender el viaje, por lo que la fecha de largada fue recién el 15 de diciembre de 2011.

El idioma, la familiaridad de la región y la cultura influyeron a la hora de elegir el destino. Pero desde un principio no tenían definido sobre qué querían escribir. “El narcotráfico fue una realidad que se nos estampó en la frente. Originalmente, sólo pensábamos hacer crónicas y reportajes acerca de todo tipo de temas, pero en el triángulo norte centroamericano (Guatemala, El Salvador y Honduras) nos encontramos con países fuertemente azotados por la violencia producto del narcotráfico, así que decidimos narrar este fenómeno como hilo conductor para hablar de América Latina”.

10647064_789206684467505_3461266707976270149_nSu primera crónica fue en Guatemala. Para ellos no había nada distinto a lo que habían hecho con cualquier otra nota, pero sin embargo, fueron dándose cuenta de que “realmente hasta ahí no sabían nada sobre el narcotráfico”. Allí descubrieron su complejidad y entendieron que si bien el narcotráfico es una palabra conocida y familiar en América Latina, a su criterio, “prácticamente nadie entiende acerca del tema”. Vieron la necesidad de hablar de él de una manera diferente a la que lo hacían los diarios y los canales de televisión tradicionales.

Para los Dromómanos, un factor fundamental que hace posible la existencia del narcotráfico es el Estado. “El narcotráfico llega a donde éste no”. En San Marcos, Guatemala se encontraron con Juan Ortiz Chamalé, un narcotraficante relacionado con el cártel de Sinaloa quien “reinaba” la zona. La comunidad lo quería mucho. Él la ayudaba con dinero para la escuela y medicinas, entre otras cosas. “Lo que Estado no le daba a la gente, él se los daba”. Los periodistas sostienen que el narco se convierte en una especie de “Padrino” que protege a los suyos mientras el Estado les falla.

No sólo se toparon con un “Estado ausente” que posibilitaba la instalación de este negocio. La complicidad del poder político, de los gobiernos y los aparatos estatales también fueron otro de los elementos comunes presentes en la mayoría de los 18 países que visitaron. “En Argentina nos centramos en la mafia policial, que es algo que sigue muy vigente”. De su estadía en el país, más precisamente en Rosario, llamó su atención el aumento de la violencia y de los crímenes en manos de sicarios, algo que hasta entonces no era común en la zona.

Narco-américa no pretende ser un libro estadístico de los números del tráfico de drogas del continente. No es sólo trazar el mapa de cómo el narco vive y se mueve en América. “A esta ruta tienes que ponerla en personas, en cuestiones humanas con las que te identificas”. La clave es buscar y retratar a aquellos personajes que ayuden a entender el problema. Para cada uno de los periodistas de Dromómanos lo importante es ” contar lo que la gente hace y no lo que la gente dice”.

Siempre un trabajo, una investigación o una crónica tiene, incluso antes de escribirse, un lector o un receptor definido. Alejandra Inzunza, José Luis Pardo y Pablo Ferri querían salir del target común en el que ellos serían periodistas y expertos en narcotráfico. Su idea es que las historias narradas lleguen a otros públicos que “creen que no tienen nada que ver con el narco” y puedan entender más el fenómeno.

A su criterio, el narcotráfico mueve el continente. De una manera u otra afecta la vida de cada uno de sus habitantes. Sean países consumidores, de tránsito o productores, de todos ellos algo del fenómeno puede decirse y contarse. Así y todo, destacan que se encontraron con una América muy rica, llena de contrastes y de historias.

El narcotráfico fue para ellos el pretexto para contar el continente y para hablar de todo lo que afecta a la región: “la impunidad, la corrupción, la violencia”. Por sobre todas las cosas, intentaron quitar estereotipos sobre el narco, aquellos que remiten a los personajes como Pablo Escobar o los famosos cárteles mexicanos y colombianos. Pusieron en escena el trasfondo de un “fenómeno muy complejo en el que participan personas como ellos o incluso como cualquiera que esté leyendo esta nota.

Pasaron por aquí y dejaron su firma...

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