Los pequeños coleccionistas del Mundial

Una plaza de la Ciudad de La Plata se convierte todos los sábados en un centro de canje de figuritas en el que “las difíciles” no existen y la pasión futbolera está por sobre todas las cosas. Con 669, el álbum se llena y la gloria se comparte. 

 

Por Bárbara Dibene 

Fotos y video: Álvaro Vildoza

Cecilia, papel y lapicera en mano, acompaña a su sobrino Manuel (10) en una ambiciosa misión: llenar el álbum de figuritas del Mundial de Rusia 2018, que tiene nada más y nada menos que 669 espacios para completar. Lara (7) y Tomás (7), sus primitos, también lo ayudan y disfrutan del día de sol en Plaza Islas Malvinas, donde más de 250 personas persiguen entusiasmados el mismo objetivo. 

“Él cambia en la escuela y en el barrio, pero todavía le faltan muchas, así que lo traje por primera vez para ver si tiene suerte”, cuenta Cecilia, que armó a mano –y con paciencia- un listado de “las que faltan y las repetidas”. Como ella, todos los grupos de coleccionistas tienen un sistema para agilizar la negociación, desde planillas en Excel organizadas por país hasta croquis con lapiceras de colores. Lo importante es estar listos para coordinar con otros la búsqueda. 

Camilo (9) se acerca a Manuel mientras su familia, oriunda de Trenque Lauquen, lo observa a pocos metros. El pequeño es de los más ordenados y en pocos minutos revisa su pila y consigue varias de las figuritas que le faltan, que apenas pasan las 100. “Estoy cerca de llenarlo”, dice tímido pero orgulloso. 

Es importante saber que cada sobre de figuritas trae 5, por lo que una persona con mucha suerte –y fuera de toda estadística- necesitaría sólo de 133 compras para conseguirlas todas. Los demás, encontraron la solución en el canje que se realiza todos los sábados desde marzo a cielo abierto, cerca del emblemático monumento que homenajea a los caídos en Malvinas. 

 

Pablo es coleccionista, tiene más de 100 álbumes relacionados al futbol atesorados y va por su segundo de Rusia 2018, esta vez a tapa dura. A través de Facebook es uno de los que convoca a la reunión semanal y aprovecha para vender packs de hasta 25 sobres, que reparte sin parar ya que sus compradores aseguran, “trae suerte”. 

“El mejor premio es llenar el álbum, te queda el documento. Hoy por hoy no existen figuritas difíciles, aunque a veces la gente se guarda algunas porque le gustan, hay un ‘encanutamiento'”, relata con humor el emprendedor, que se sienta semanalmente sobre el monumento frente a su caja listo para atender la gran demanda. 

Cerca del atardecer, los grupos todavía se mantienen expectantes, haciendo los últimos tratos. “Mi nene se quedó en casa, pero yo vine para seguir con los intercambios. Por suerte los que estamos acá tratamos de ayudarnos. Para nosotros todas las figuritas valen lo mismo”, cuenta Marcela, que repasa con otra mamá una impresionante pila de 6 centímetros. 

Las camisetas, los botines y las pelotas se repiten entre niños y adultos, que inmersos en la búsqueda a veces dejan para después el placer de pegar las figuritas, “para hacerlo con prolijidad” dirán. Otros, más ansiosos, finiquitan la tarea enseguida, y van por la siguiente. Se trata de una experiencia que todos parecen disfrutar de igual forma, pero a su manera, y juntos. 

Más tarde, la multitud se va dispersando. Algunos aprovechan para tomar mate con los últimos minutos de sol del día, otros se van pelotear y a los juegos. Todos mantienen la sonrisa de una jornada exitosa y la expectativa por otro fin de semana en el que tal vez logren llenar el álbum. Y levantarlo como trofeo antes del Mundial. 

Pasaron por aquí y dejaron su firma...

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