Cinco aprendizajes que nos dejó Funga Festival

Gran asistencia en el primer Funga Festival en el Parque Pereyra Iraola

El sábado 20 de mayo se llevó adelante por primera vez un evento que busca acercar a la comunidad al reino de los hongos con diversas propuestas: caminatas, charlas y talleres, donde la exploración y la curiosidad fueron las piezas principales.

Por Bárbara Dibene

Funga Festival llegó al Parque Provicial Pereyra Iraola con el objetivo de que todos y todas podamos conocer más sobre el reino Fungi, desde su rol en el ecosistema -mucho se habló de que son los grandes “compostadores” de la naturaleza-, su uso en alimentos, sus usos medicinales y culturales, y cómo son investigados y trabajados desde distintas disciplinas y ámbitos. “Fertilizar la sensibilidad y encontrar nuevas formas de mirar” fue la invitación de lxs organizadores y posiblemente los más de 250 asistentes al encuentro se fueron con una alegría que solo nace del descubrimiento de algo nuevo (o de una nueva forma de verlo).

Tener siempre los ojos abiertos

Soledad Barruti, periodista y autora de los libros “Malcomidos” y “Malaleche”, fue la oradora de la charla inaugural, que se dio en las inmediaciones de la Estancia Santa Rosa. Una enorme cantidad de público, sentados en mantas y con el mate a primera orden, la escuchó reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza. Invitó a tener los ojos abiertos y maravillarnos con lo que hay a nuestro alrededor como una forma de “subversión” en el mundo actual, a “no perder sensibilidad”. 

Respecto a los hongos, contó su experiencia reciente cultivándolos en unas cajas de kits ya preparados, y cómo eso motivó charlas y observaciones con su pequeña hija. Durante los primeros días tuvieron que tener paciencia y luego vieron cómo se “asomaban”. Señaló que “son criaturas interesantes que parecen pedir atención”, y que finalmente crecieron intensamente hasta que liberaron sus esporas. En este marco, habló de tener en claro que somos cuerpos que comen cuerpos y que es muy valioso comer lo que uno mismo cultivó, que sabe de dónde procede y cómo fue su proceso. 

Uno de los hongos que podían dibujarse durante el taller de ilustración a cargo de Lucñia Zucherino

Animarnos

A dibujar, escribir y cultivar. Una de las atracciones de la jornada fueron tres talleres gratuitos cuyo eje fueron los hongos: el de Ilustración a cargo de Lucía Zucherino, que consistió en la elección de hongos recogidos ese mismo día para ilustrar con la técnica de grafito; el de escritura, que ofreció Natalia Rozenblum para “compostar el lenguaje y polinizar las historias” y en el que los y las asistentes aprendieron a generar haikus, un tipo de poesía japonesa, muy breve; y el de cultivo de girgolas a cargo de Hongos Cosmos y Profunga, que dio un panorama general sobre esta práctica y la reflexión sobre la convivencia “con seres mágicos que transforman residuos en alimentos”. Quienes participaron tuvieron que inscribirse previamente y luego, durante dos horas, tuvieron una introducción al tema y fueron invitados a ver su clase online de seis horas con el contenido completo.

Todas las preguntas son bienvenidas

Constanza Ranieri, bióloga, micóloga de pasión y coordinadora de Hongos de Necochea, fue la primera oradora de “Simbiótica, pequeñas charlas para asombrarse con el mundo fungi”, que ocurrieron luego de los talleres. En diálogo con Transeúntes, Constanza contó: “Me invitaron mediante la fundación Hongos de Argentina y me motivó participar porque es el primer festival de hongos, que yo sepa, del país. Me pone muy feliz que esto ocurra y que siga existiendo. Darle visibilidad al tema me parece una idea bellísima”.

Además de la charla, que enfocó en el lado biológico de los hongos para darle un marco más teórico al resto de intervenciones y ayudar a que más personas tengan acceso al conocimiento, la oradora participó en el stand de Hongos Argentinos, del que es parte, y coordinó una de las salidas micológicas que se llevó adelante durante la mañana. 

Consultada sobre lo que sintió al final de jornada, expresó, emocionada: “Sentí una felicidad absoluta. Me apasionan los hongos hace mucho tiempo y no sabía que otras tantas personas sentían lo mismo. La convocatoria fue enorme. Me encantó ver gente de todas las edades”. Y agregó: “Hubo miles de preguntas, eso pasa siempre, y son hermosas. A veces la gente se disculpaba, pero yo decía que para eso estamos. Todas las preguntas son bienvenidas e intentamos contestarlas”.

Hongos, hasta en biomateriales

Ana Laura Cantera, artista, investigadora y docente, fue otra de las oradoras de “Simbiótica” y habló sobre el desarrollo de materiales realizados con micelios (estructura de los hongos que parece una raíz, consistente en una masa de hifas ramificadas y de textura como de hilo). Es además co-creadora de Mycocrea. Durante su exposición explicó cómo los micelios toman la forma del objeto deseado a partir de introducirlos en moldes. Los objetos resultantes son totalmente durables y sus coloraciones son generadas mientras el material está vivo a partir de procesos de oxidación. Entre el público causó sensación y mucha curiosidad la forma y textura de los ejemplos que Ana Laura llevó para compartir. 

Tenemos mucho que replantearnos en nuestra relación con la ciencia

Leticia Terzzoli y Mauro Ferrrarese viven en Córdoba, son biólogos y llevan adelante Profunga, un emprendimiento que incluye el dictado de talleres donde comparten técnicas simples de cultivo de hongos a pequeña escala. Además, realizan asesoramientos y venden semillas miceliadas. 

Ni bien terminaron su taller de cultivo, corrieron al escenario para sus quince minutos de charla “Reflexiones profungas en torno a la soberanía científica”. En este marco, invitaron a los y las asistentes a reflexionar sobre qué preguntas le hacemos a la ciencia. Por ejemplo, en relación a la alimentación, si queremos gente sana o productiva no será lo mismo para pensar en qué alimentos producimos o ayudamos a producir. O si solo pensamos en resultados vamos a ir hacia “un lugar muy forzado, productivo”. Asimismo, invitaron, tal como planteó Coni, a “ponernos dentro de la ciencia”, acercarnos, explorar el mundo, aprender a ver. 

Bonus track

Ivan Moiseff, escritor y activista cultural cerró Simbiótica con su charla sobre hongos y psicodelia. A partir de una anécdota personal, repasó las teorías que existen alrededor de lo que sucede cuando una persona consume hongos alucinógenos. Algunos piensan que se encuentran con aliens, otros con muertos, otros que se trata del bardo budista o viajeros del tiempo, y finalmente lo que aseguran que “sos vos y tu mente”. 

Luego de su intervención hubo poesía y música, y la gente pudo disfrutar de los últimos minutos del mercadillo fungi, donde se ofreció comida especialmente preparada con hongos, productos medicinales y cosméticos, y artesanías, entre otras cosas.

Cerca de las 19 el evento culminó con muchas sonrisas y el deseo de que se repita muy pronto. 

Pasaron por aquí y dejaron su firma...

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